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5 claves para dejar de ser una Super Woman y empezar a cuidarte.

Basta ya, ¿por qué tenemos que ser multitask y ser capaces de llegar a todo? Sí, lo hacemos ¿y qué? ¿Qué conseguimos con ello? Vivir estresadas, no disfrutar de la vida, y no cuidarnos. Con todas las implicaciones que ello supone.

Yo ya he dejado de ser una superwoman y estoy super orgullosa de ello. Todavía tengo algunos días difíciles, pero sé que voy en la buena dirección. ¿Tú también quieres dejar de serlo?

Recuerdo perfectamente estar sentada en la oficina con unas ganas de hacer pis increíbles. Aguantaba y aguantaba hasta que ya no podía más.

Cuando estaba ya a punto de explotar, le daba a imprimir a ese documento que tenía que firmar (la impresora estaba al lado del baño y así aprovechaba el viaje). También me llevaba el móvil en una mano y la botella de agua vacía en la otra.

Mientras me desahogaba en aquel pequeño cubículo contestaba al whataspp de mi madre para decirle a qué hora llegaba. De vuelta a mi puesto de trabajo, tras haber rellenado la botella de agua y haber ido a la impresora, iba a recepción a recoger el paquete de Amazon.

Pero resulta que Silvia, la recepcionista, estaba liada. Tenía que esperar. Pero no pasaba nada, terminaba de hacer la lista de la compra no se me fuera a olvidar comprar los plátanos para la caminata del fin de semana.

¡Basta!, cuando una tiene ganas de hacer pis, va a hacer pis, punto y pelota.

No sé si es por esa necesidad que nos autoimponemos de que tenemos que demostrar y demostrarnos que podemos con todo. Tenemos que ser buenas madres, buenas hijas, buenas amigas, buenas trabajadoras, buenas parejas… Una superwoman, vamos, pero encima sin capa ni nada, ¡con lo que molan las capas!

No podemos seguir así, tenemos que invertir en nuestro bienestar, en nuestra felicidad, por nosotras y por la gente que nos rodea. Desde aquí te propongo que cambiemos el modelo superwoman por el de active woman.

Son sólo  5 claves, pero eso no quiere decir que sean fáciles, ¿eh? Ahí van:

    1. Aprender a decir que “No”. Di que no puedes entregar ese informe hoy, que lo harás mañana y que no puedes pasarte a por los plátanos después de trabajar. No y punto.
    2. Delegar: esto es todavía más difícil porque tu chico tiende la ropa a la virulé y tu hijo no sabe cuales son los plátanos que hay que comprar. Muérdete la lengua y aguanta, al principio duele, pero luego se pasa.
    3. Identifica los “ladrones de tiempo”. Durante 3 días anota todas tus actividades y qué tiempo te llevan. Las horas se nos van en tareas que no nos aportan nada. Las redes sociales son un gran ejemplo de ello.
    4. No procrastines: identifica las tareas más importantes del día (no las más urgentes) y ¡a por ellas a tope! Esto va a evitar que te pongas a hacer otros millones de cosas antes de enfrentarte a lo importante. Normalmente dejamos para el final lo que más nos cuesta. Alarguemos el día rellenando las horas con otras labores porque paraditas no sabemos estar.
    5. Identifica la técnica de productividad que mejor encaje contigo. Yo soy muy fan de los pomodoros. Durante 25 minutos trabajas intensamente en una tarea, sin ninguna distracción, sin correos, sin llamadas, sin whatsAPP, a saco. A continuación 5 minutos de descanso. Cada 4 pomodoros un descanso más largo.

Y con esto… ¡¡¡tachán!!!! Ya tienes al menos una hora, la hora de oro, una hora para ti, una hora sagrada, ¿sí?

Hora de oro

La hora de oro

Esta hora la vas a destinar a tu bienestar de forma directa, a mantenerte activa físicamente. Elige la actividad o actividades que quieras, correr, crossfit, zumba, boxeo, pesas… Ya hablaremos de las opciones que tenemos y cuales son las más indicadas. De momento prueba y haz lo que más te guste.

No te olvides de incluir una actividad de “descanso activo” para los días en los que el cuerpo te pida un respiro, yoga, estiramientos, un paseo, etc, pero ante todo no te saltes tu “hora de oro”.

Lo siguiente será fusionar deporte y naturaleza. La vida moderna nos ha desconectado de la madre tierra y eso nos está pasando factura. Reconectar con ella de forma activa te brindará una gran dosis de energía con la que esta vez sí, podrás sacar la capa y echar a volar.

Te sentirás más ligera y dejarás atrás la contaminación, el sedentarismo, los malos hábitos, la improductividad y la pereza. Encontrarás el escenario ideal para vivir aventuras y experiencias únicas. Te sentirás viva y con ganas de comerte el mundo.

Cuídate

No renuncies a tu bienestar e invierte en ti misma, en tu salud, en tu energía, en tu vitalidad. No vas a ser peor amiga, peor madre o peor pareja por ello, todo lo contrario. Tu bienestar será un sunami que contagiará a todo tu alrededor creando una atmosfera de positividad y buen rollo.

Sé que es complicado, pero tenemos que aceptar la realidad del momento presente. Es imposible solucionar todos los problemas o terminar todas las tareas que nuestra mente quiere en un día. Y si lo hacemos surgieran otros.

Para, respira, aprende a decir no, a delegar y sacar el mayor partido a tu día para vivir activa, tener vitalidad y energía sin morir en el intento. Menos es más.

¿A ti también te cuesta sacar tiempo para ti? ¿Has identificado tus “ladrones de tiempo”? ¡Cuéntamelo en los comentarios!

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